viernes, 30 de diciembre de 2011

José Blanco, la Operación Campeón y la España Caníbal.

Sobre este tema escribí en dos ocasiones: una sobre declaraciones de uno de los imputados y la otra en la que me apropiada de una expresión afortunada de don Xosé Luis Barreiro: la España Caníbal.
Vuelvo sobre este tema y justifico el motivo de este retorno. Este asunto está reflejado en la prensa nacional de igual modo que la realidad se reflejaba en los espejos deformantes del Callejón del Gato: un espejo cóncavo y otro convexo hacen que la realidad se estire y adelgace, se encoja y se abotargue, perdiendo toda proporción. Las personas implicadas directamente en esta operación y los delitos que se les imputan aparecen velados por el protagonismo que se ha otorgado a don José Blanco en un determinado momento. Era lógico. Por aquel entonces era ministro de un gobierno que iba a someterse a unas elecciones generales. Ahora es un diputado del grupo parlamentario socialista, un aforado, condición que requiere un tratamiento jurídico especial.
Pero no perdamos la perspectiva. La Operación Campeón se conoció el día 24 de mayo de 2011 con varias detenciones entre las que se destacan la del director general del Instituto Galego de Promoción Económica (IGAPE), don Joaquín Varela de Limia Cominges y la del subdirector de Informaciones especiales de este organismo, don Carlos Silva Liste. En esta operación participaron agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera y de la Guardia Civil.
El periódico La Voz de Galicia colgó el siguiente vídeo el día 25 de mayo:




Las cosas transcurrieron más o menos tranquilamente en lo que a los medios se refiere. Las informaciones se fueron sucediendo sin alharacas mediáticas. El hecho de que el organismo autonómico encargado de promocionar a las empresas con subvenciones y créditos a fondo perdido quedase acéfalo y sus directores fuesen sospechosos de favorecerse a sí mismos con los recursos de todos no parecía escandalizar gran cosa. Me refiero, naturalmente, al ambiente mediático, no a la gente. Esta, y yo entre ellos, no redacta los titulares ni las noticias.
En cuanto a las personas afectadas éstas fueron pasando por el juzgado para declarar y debieron de ir a recluirse en una anhelada anonimia. Puede que hoy nadie recuerde ya que don Joaquín Varela de Limia Cominges y don Carlos Silva Liste fueron esperados por 11 agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera, que dispusieron un operativo para que no pudiesen comunicarse entre ellos durante esa mañana del 24 de mayo, mañana en la que fueron detenidas 15 personas en el marco de la Operación Campeón por imputaciones por fraude en subvenciones públicas, falsedad documental, alzamiento de bienes, blanqueo de capitales y fraude fiscal, como así se desprende de la noticia publicada por el diario El País.
Bien, y así pasan los días. Se decreta prisión para uno de los detenidos: don Jorge Dorribo. La juez Estela Sanjosé, titular del Juzgado número 3 de Lugo, es quien dirige la investigación. Las cosas siguen su curso, la vida sigue y este asunto, si bien conocido, es colocado en un segundo plano. Puede que el impacto mediático de este asunto no encajase en el combinado informativo diario de las principales cabeceras debido al exceso de asuntos de corrupción: el tema de los trajes de los señores Camps y Costa o los negocios del yerno del Rey, después de todo, contienen elementos costumbristas de los que carece la Operación Campeón. Se veía a las claras que este asunto iba a languidecer mediáticamente en los juzgados, entre legajos y balduque. El asunto, aunque grave, era aburrido y no tenía gancho.
Pero llegó el día en que todo esto cambió:


Y, desde entonces, desde el día 4 de octubre de 2011 la Operación Campeón pasó a ser el caso gasolinera o el caso Blanco. Bien es cierto que la cosa tenía su interés: unas elecciones legislativas en ciernes, un ministro del gobierno, una gasolinera, presuntos sobornos, coches oficiales con escolta, un empresario y un político. En fin, un cuadro a medio camino entre Lugo y Hollywood.


Se consiguió. El camino para llegar aquí está trazado de antemano: a Blanco sólo lo puede juzgar el Tribunal Supremo por su condición de aforado. El estado de derecho parece haber funcionado.
Pero, entre tanto, ¿Nadie se pregunta qué ocurre con don Joaquín Varela de Limia Cominges y don Carlos Silva Liste? Esta pregunta la formulo ahora, en un momento en el que Operación Campeón es sinónimo una historia en la que un señor empresario farmacéutico llamado don Jorge Dorribo que entregó 200.000 euros a un ministro llamado don José Blanco y que se reunió con él en una gasolinera de Guitiriz. Una historia que nace con la declaración de don Jorge Dorribo ante la juez Estela Sanjosé.
Pero no es así. La Operación Campeón comienza el día 24 de mayo con la detención de 15 personas, entre ellas la del director general del Instituto Galego de Promoción Económica (IGAPE), don Joaquín Varela de Limia Cominges y la del subdirector de Informaciones especiales de este organismo, don Carlos Silva Liste. De las responsabilidades políticas y penales de estos y de quienes los nombraron parecen haberse olvidado.
Todo indica que la España Caníbal domina el ambiente mediático.

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