sábado, 31 de diciembre de 2011

El Confidencial, el programa electoral del Gobierno y la cuarentena.

El diccionario de la Real Academia Española recoge para la voz "cuarentena" ocho acepciones. Para un titular como el de esta noticia, destacado en la primera plana de El Confidencial



existen dos que podrían estar relacionadas con este caso: una es "aislamiento preventivo a que se somete durante un período de tiempo, por razones sanitarias, a personas o animales". La otra es "suspensión del asenso a una noticia o hecho, por algún espacio de tiempo, para asegurarse de su certidumbre".

La primera se puede descartar: el programa electoral del Gobierno no es persona ni animal y no se le aísla por razones sanitarias, a no ser que el redactor, don Carlos Sánchez, emplee esta palabra y este sentido de la misma con el propósito de crear una metonimia, que consiste en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o viceversa, el autor por sus obras, el signo por la cosa significada, etc. De esta manera don Carlos Sánchez diría "pone en cuarentena" en sentido figurado en lugar de decir "suspende" o "aplaza". En cualquier caso es evidente que don Carlos Sánchez entiende que tal aplazamiento, suspensión o cuarentena constituye un lapso temporal y que el Gobierno, transcurrido ese lapso, aplicará el programa que ha desarrollado y propagado durante la campaña electoral.

Un elemento de reflexión nada baladí es si el Gobierno, el Partido Popular, ganó estas elecciones gracias a este programa, ahora aplazado, suspendido o en cuarentena. Si es así, si los que votaron al Partido Popular lo hicieron por el conocimiento que tuvieran de él, esta noticia es preocupante. Si, por el contrario, no fue así y el conocimiento del programa por parte del electorado no fue un factor decisivo en la victoria electoral del Partido Popular, sería, no ya preocupante, sino extremadamente alarmante. No es asunto con el que convenga perderse componiendo figuras retóricas, abandonando el sentido recto de las palabras.

Pero nos queda la segunda acepción: suspender la acción y el efecto de asentir, de dar crédito. Podría resultar risible que el Gobierno no diese crédito a su propio programa, y sería desternillante que el don Carlos Sánchez, redactor de la noticia, lo hubiese apreciado así y por eso eligiese la expresión "poner en cuarentena". No sería inverosímil. Piensen ustedes en un partido político que elabora un programa electoral para ganar unas elecciones y que, ganadas estas, hace lo contrario a lo programado porque -digo esto como ejemplo, como pura especulación- cuando contempla la situación desde la eminente perspectiva que da el ser Gobierno determina que el programa electoral defendido durante la campaña no era realista ni adecuado a la situación real, y que las soluciones barajadas por el anterior gobierno para enfrentarse a la crisis eran correctas, pese a que durante la campaña las hubiese rechazado categóricamente.

Si el Gobierno ha hecho este análisis buena cosa es, o sería. Que un gobierno liberal en lo ideológico suba los impuestos es algo tan inesperado como que un gobierno socialista lamine servicios sociales.

Estos dos hechos se han producido ya.

La información sobre estas cosas debiera ser transparente, sin artificios verbales: la credibilidad del programa electoral del PP para el PP y su puesta en cuarentena y, añado yo, su falta de concreción, indican que nada está previsto y que nos iremos enterando de lo que ocurra a golpe de decreto. Esperemos que don Carlos Sánchez y otros como él abandonen los efectismos retóricos y transmitan clara e inequívocamente lo que pasa.

P.D.
Feliz año nuevo













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