jueves, 8 de diciembre de 2011

El día de la Inmaculada Concepción y los atentados del 11 de marzo de 2004.

El Mundo publica sus nuevas informaciones diariamente. Pongo en letra bastardilla "nuevas informaciones" porque nada garantiza que lo que publicó El Mundo los días 5, 6 y 7 de diciembre sea nuevo salvo el hecho de que, en efecto, hayan identificado entrevistado y/o investigado a los tres testigos protegidos (J-70, C-75 y R-10) que vieron a Jamal Zougam en la mañana del día 11 de marzo de 2004 en el tren número 21713, que salió de Alcalá a las 7:14 horas y explosionó a las 7:38 horas cuando estaba parado en el andén de la vía 1 de la estación de Santa Eugenia (Sentencia número 65/2007 de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, página 581) y que sepamos cosas como que el testigo R-10 vive en Rumanía, en la ciudad transilvana de Cluj-Napoca, según reza en la primera página de la edición impresa de El Mundo del día 5 de diciembre de 2011 y otro tipo de cosas que pueden ser más o menos interesantes, pero irrelevantes desde el punto de vista del esclarecimiento de los hechos. De momento lo único seguro es que El Mundo está publicando una gran cantidad de texto sobre éstos y de las personas que los presenciaron, otra cosa es que este texto revele nuevas informaciones.
Lo que hay que exigir a una información para que sea tal cosa es que sea nueva, es decir: que constituya algo cuyo conocimiento no se ha producido aún.
Esto solo (que la información sea un conocimiento nuevo), con ser esencial, no es suficiente. En un tema como este -los atentados del 24 de marzo de 2004- y en todos los temas que sean pertinentes, la información, el nuevo conocimiento revelado, tiene que ser relevante. Pondré un ejemplo: nos importaría sobre Jamal Zougam una información que demostrara que es inocente de los hechos por los que fue condenado; no nos importaría, por ejemplo, que si se  sometió a un tratamiento capilar para rizarse o alisarse el pelo en algún momento de su vida, a no ser que esto estuviese relacionado directamente con los hechos cuya autoría se le atribuyen.
De manera que el principal problema para un lector de prensa crítico aquí es llegar a saber si El Mundo nos suministra información en esta serie o reordena lo que ya sabemos de modo que induzca a pensar que existe otra historia diferente a la que se conoce sobre los hechos del 11 de marzo de 2004. Esto último, reordenar o disponer la información de distintos modos, constituye una de las fases esenciales en la elaboración de un discurso (la dispositio). Cualquier estudiante de Retórica sabe que ordenando adecuadamente las informaciones de un discurso se puede provocar en los lectores determinados efectos. Otro ejemplo es el de Rayuela, la novela de Cortázar, que ofrece una impagable muestra de lo que una mente creativa (y genial) puede hacer solamente alterando la disposición de los elementos. En el caso particular del periódico El Mundo en relación a la aparición de nuevas informaciones sobre los atentados del 11 de marzo de 2004 (no les llamo "11-M" porque no quiero reducir esa jornada a una breve fórmula alfanumérica similar a "MP3", que desnaturaliza, en mi opinión, los hechos) cualquier ejercicio retórico significaría manipulación. Siendo El Mundo un periódico se le supone que publica la información que consigue a medida que la va consiguiendo, y la disposición de la misma obedece al ABC del periodista bisoño: Qué, cómo, dónde, cuándo, y por qué. La retórica periodista debiera reducirse a esto.
Bien, vamos con este caso.
En primer lugar sepamos algo de Jamal Zougam. El Mundo publicó el día 19 de marzo de 2004, una semana después de los hechos, su nombre en una noticia que enlazo, corto y pego a continuación, con algunos subrayados:

Jamal Zougam fue investigado en España a instancias de Francia meses antes de los atentados. La foto de Zougam que publica El Mundo fue cedida por su familia. Se supone, por tanto, que El Mundo no la obtuvo de una fuente policial ni judicial. La noticia destaca bajo el titular, en la entradilla, que ha sido reconocido por un testigo que viajaba en uno de los trenes afectados.
Todo indica que este testigo es el que en la Sentencia número 65/2007 de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional aparece con el nombre de R-10. Sobre este testigo la sentencia, en su página 581, dice:


Sabemos por este párrafo de la sentencia que: 1) R-10 declaró ante la policía el día 16 de marzo; 2) reconoció fotográficamente al acusado; 3) en el Juzgado dijo que no había visto en los medios de comunicación la imagen de Jamal Zougam antes del reconocimiento; 4) vuelve a identificar a Jamal Zougam el día 26 de marzo de 2004 en rueda; 5) que lo identifica en realiza otro nuevo reconocimiento en rueda el 8 de marzo de 2006, dos años después.
Bien, formulo las siguientes preguntas:
La primera pregunta es ¿Cuántas veces identificó R-10 a Zougam según este párrafo? La respuesta correcta yo creo que es al menos tres, pero no descarto que hubiera alguna más.
La segunda pregunta es ¿La primera identificación tiene lugar el día 16 de marzo? Sólo se puede responder o no. Lean y respondan ustedes. Yo no tengo la certeza; sólo se puede tener si se tuviese acceso a los folios 1656 y siguientes a los que hace referencia el párrafo.
La tercera pregunta es ¿El testigo R-10 vio la imagen fotográfica del Zougam el día 16 de marzo? El párrafo nada dice al respecto: dice que R-10 estuvo el 16 declarando ante la policía, pero no dice la fecha en la que declaró en el juzgado no haber visto en los medios de comunicación la imagen de Jamal Zougam.
La cuarta pregunta es ¿La identificación que el testigo hace en rueda el día 26 de marzo de 2004 es la primera? La respuesta es no, puesto que dice lo vuelve a identificar.
Bien, según este pequeño meta-interrogatorio textual, las conclusiones a las que llego son las siguientes. Se reflejan claramente tres identificaciones de Zougam por el testigo R-10: una el día 26 de marzo de 2004, otra el 8 de marzo de 2006 y la otra, la primera, en una fecha que podría ser el 16 de marzo, pero que no está lo suficientemente claro en el texto, por lo que necesitaríamos comprobarlo en el sumario. Podemos afirmar también que el testigo R-10 declaró en el juzgado que no vio la imagen de Zougam en los medios de comunicación. Esto no descarta que hubiera visto fotografías de Zougam hasta ese momento. El párrafo, de hecho, dice que reconoció fotográficamente al procesado, lo que refuerza que ya había visto su imagen fotográfica según la sentencia.
Para aclarar este extremo necesitamos conocer el sumario, los mentados folios 1656 y siguientes, para ver si dicen algo sobre la fecha en que R-10 reconoció fotográficamente a Zougam.
El análisis de este párrafo es esencial para aquilatar la base de las afirmaciones de el diario El Mundo del día 5 de diciembre de 2011.


El Mundo parece atenerse literalmente a lo que dice la sentencia y entrecomilla la frase que he señalado en rojo. Aunque no coincida literalmente con lo que dice la sentencia en el folio 581, parece que es fiel al sentido de lo que en él se dice literalmente: declaró ante la policía el 16 de marzo de 2004, sólo cinco días después de los atentados, y reconoció fotográficamente al procesado -f. 1656 y ss.
Pero en un documento judicial como este, las digresiones que omite El Mundo nos refieren a que en caso de duda se consulta el sumario. A este respecto El Mundo parece que hace lo propio, puesto que sale a colación una acta de reconocimiento fotográfico que aparece en el sumario, probablemente en los mentados folios 1656 y siguientes. Ese documento está fechado el día 16 de marzo y confirmaría que el testigo R-10 identificó fotográficamente a Zougam en esa fecha, según la sentencia. Es lo que señalo en color negro.
Esto fue obtenido en una entrevista a R-10:



Todo parece indicar que el día 16 de marzo de 2004 R-10 no vio fotografías de Zougam. Según sus palabras, las vio dos semanas después. La primera vez que vio su imagen fotográfica fue el día 26 de marzo, según sus palabras, cuando fue a despedir a su esposa al aeropuerto.
Lo que parece claro es que alguien no redactó bien el párrafo que citamos arriba.
Lo que está fuera de duda es que R-10 reconoció fotográficamente a Zougam en algún momento.
Todo el problema estriba aquí en la fecha que reza en esa acta de identificación fotográfica que los periodistas de El Mundo exhibieron ante R-10.
Hay que decir, además, que R-10 reconoció a Zougam dos veces más en ruedas de reconocimiento.
Y una última pregunta ¿Todo esto es relevante?
Hay quién opina que sí lo es, hasta el punto de poner en duda la culpabilidad de Zuogam:




Pero lo cierto es que nada desmiente categóricamente su culpabilidad. Pruebas hay en el sumario con reflejo en la sentencia. El propio testigo R-10 lo identificó en tres ocasiones, dos de ellas en rueda de reconocimiento, la última dos años después de los hechos, en una rueda con personas de raza árabe. Que una redacción apresurada de un párrafo o esa dichosa acta de identificación fechada el día 16 de marzo de 2004 confirmen esta mala redacción no afecta en absoluto a la credibilidad del testigo ni invalida las otras pruebas.


Además, siendo esa acta de identificación fotográfica la prueba de la mala redacción de la sentencia y habiendo sido desmentida in praesentia del testigo R-10 ¿Cómo es que El Mundo no hace una reproducción reprográfica y la publica?

En definitiva: lo único que ha demostrado esta  investigación de El Mundo el día 5 de diciembre de 2011 es que la identificación fotográfica de Zougam, realizada por el testigo R-10, que pudo haber sido realizada el día 16 de marzo de 2004, no fue realizada, probablemente, el día 16 de  marzo de 2004, como así lo afirma el testigo R-10. 
Nada más.


Pero, a parte de lo respecta al sueño de la razón, el motivo de todo este análisis viene dado por algunos antecedentes como este que enlazo, recorto y pego:






Cualquiera podrá comprender que cualquier información que publica El Mundo sobre los atentados del día 11 de marzo de 2004 resulta dudosa a la vista de esto.



P.D.
Falta la parte política. Aquí tienen una muestra en Europa Press para añadir a las del post anterior junto con el recorte.




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