sábado, 1 de octubre de 2011

El primer post

La realidad es compleja. El conocimiento también.
Éste lo es en tanto que trasluce aquél. Si no es así no es conocimiento.
Para que lo que escriben los periodistas sea periodismo ha de mantener una relación con la actualidad de naturaleza similar a la que el conocimiento mantiene con la realidad: los textos de sus editoriales, artículos, noticias, entradas de blog o lo que sea que escriban como periodistas tendrá valor periodístico en tanto que refleje la actualidad.
Ésta, la actualidad, es la realidad de ahora, resultado de realidades sucesivas y articuladas a lo largo del tiempo.
Un periodista cuya producción prescinda de esa relación con la actualidad en tan solo un aspecto, por mínimo e inane que éste parezca, no está haciendo periodismo. Sólo cabría calificar de periodismo su producción escrita o verbal si ignorara este aspecto por circunstancias que determinasen  una absoluta imposibilidad de conocer ese aspecto de la actualidad.
El periodista que no hace periodismo hace propaganda. Eso le convierte en propagandista y le despoja de la cualidad de periodista, si es que en algún momento la tuvo.
Si el periodismo está en crisis es, fundamentalmente, porque se encuentra sepultado por la propaganda de los propagandistas que se auto definen como periodistas. Hasta tal punto que cabe preguntarse si en verdad existe periodismo en algunas publicaciones auto definidas como periodísticas.

Estos son los motivos de este Fray Gerundio.

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