jueves, 1 de marzo de 2012

Y de cómo enervar extendiendo la ira.

Procede de Twitter, pero ni a escaramuza llega. Se trata de un tweet de Pedro J. Ramírez (P.J.) en su línea muy suya, alejada del oficio que ostenta o simula ostentar. El tweet es este que en lazo para certificar su existencia y autoría, y que pego en el presente post para evitar el vaivén webero que puede desconcentrar a las percepciones nostálgicas del papel.


En las repuestas vemos que la sibilina edificación argumental de este egregio director de periódico, dirigida a las emociones, no cala en todas las personas. Quienes sucumben pueden que lo hagan por su adhesión a las afirmaciones de este propagandista, del que no negamos cierto dominio de la labia -no de la retórica. A lo mejor piensan así, pero coincidir con Pedro J. en tachar de mezquindad e insensibilidad algo que no consta que haya sucedido, a saber: que CCOO y UGT desoyeron a quienes piden que se preserve el 11M para recordar a las víctimas. Según el diccionario de la RAE "desoír" significa "desatender" o "dejar de oír" y para que CCOO y UGT desoyeran a quién P. J. supone que desoyeron, estos (los que fueron desoídos según P.J.) tuvieron que haber sido oídos en algún momento por CCOO y UGT, esto no consta en ninguna parte.
Siendo esto así, ¿qué necesidad tiene P.J. de alentar un conflicto si su causa no se ha producido?
Pues la clave está en este tweet suyo que he enlazado y reproducido: provocar que alguien diga, por ejemplo: "esos sólo escuchan a quien les subvenciona" o "no es justo que se les quiten a las víctimas la posibilidad de homenajear a sus familiares y amigos". Son ejemplos, ninguno de ellos es verificable ni objetivable, ninguno es información, ninguno responde a la pregunta. Además, la pregunta no busca una respuesta, sino una reacción visceral, una descarga de odio, un exabrupto, un cabreo... P.J. quiere un público cabreado que compre su periódico, un público al que, además, como él mismo no dice:

Le regala películas.
Yo creo que es degradante: a ira enerva a las personas, que se ven debilitadas en todos los sentidos. Los que la extienden se fortalecen. P.J. se fortalece con la ira que provoca. La ira es acrítica, irracional, destructiva, degradante, inicua, embrutecedora... Hace que se asienta ante aberraciones como si fuesen principios probados.
El propósito de P.J. no es informar, evidentemente. O al menos eso demuestra en este tweet.

Afortunadamente, se alzan voces ante esto. Pinche aquí el amable lector si quiere o confórmese con este fragmento que dejo aquí, y sepa a qué me refiero:
Quede así por hoy.

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