lunes, 5 de marzo de 2012

De "verbos exculpatorios" y otras perversiones del lenguaje.

Y el Verbo se hizo carne. Citaré a continuación un texto (que el amable lector puede leer íntegramente, si lo desea, pinchando aquí) en el que se explica el significado de esta abstrusa expresión para las mentes poco dadas a discernimientos divinos. He aquí la cita:

<< La afirmación del Evangelio de San Juan: “Y el Verbo se hizo carne” (Jn 1,14) nos anuncia quién es en realidad Jesucristo. Su identidad es divina. Él es “de la misma naturaleza que el Padre”. Es el Verbo, la Palabra de Dios, “el resplandor de su gloria y la impronta de su esencia” (Hb 1,3). >>

Viene esto al caso porque un conocido director de un importante periódico nacional (importancia esta que no entraremos a analizar aún, todavía) ha pronunciado digitalmente en Twitter lo siguiente (véalo, si quiere, en el original, pinchando aquí):


Observémoslo bien porque podemos estar ante la constatación de un hallazgo verbal de primera magnitud: el verbo exculpatorio. Pedro J. Ramírez (P.J.) se refiere al verbo "estigmatizar" y su tweet con una noticia: esta que, pinchando, pueden leer íntegramente. En ella se explica más o menos claramente por qué la Infanta Cristina no fue requerida para declarar; no repetiré las razones: son razones de juez. No ve indicios, no consta en la documentación incautada, etc. Sólo la inculparía el hecho de ser esposa de Urdangarín. Siendo el matrimonio una vinculación muy estrecha no implica que haya una identidad presuntamente delictiva entre los cónyuges, sean estos de reales familias o de villanos linajes con capas aguaceras y cuchillos cachicuernos. Eso parece pensar el juez; no con las mismas palabras, o tal vez sí, a saber.
Y he aquí que aparece el verbo exculpatorio o como dice P.J. el mismo verbo con el que se exculpó a Glez. (sic, no vaya a ser) Castro (el juez) decide no imputar a la Infanta para "no estigmatizarla".
De nada le vale a P.J. que en la documentación requerida no conste referencia alguna a la Infanta. Así lo explica el periódico que dirige. No, es el verbo "estigmatizar" lo que atrae su atención, y el hecho de que con ese verbo se exculpara a Glez. que vaya usted a saber quién es el tal Glez. ¿Será González, ese que decían que era Pte. del Gobierno?
Tal vez debiéramos remitirnos a otro antecedente más claro, el de Ana Mato, su marido y su Jaguar. Recuerde el amable lector lo que dio que hablar tal cosa pinchando aquí o simplemente echando un vistazo a esta foto.


Y siendo Ana Mato Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno de España, y habiéndose beneficiado de la presunción de inocencia, es decir: de no haber aprovechado nada de lo que presuntamente haya trincado su cónyuge, implicado en la trama Gürtel, y estando ahora, a pesar de todo, libre de estigmas, digo yo ¿no tiene la Infanta también derecho a tal presunción?
Es evidente que P.J. ve algo más que los que somos ciudadanos de a pie en ese verbo exculpatorio o en esos estigmas. En cualquier caso parece que tanto Ana Mato como la Infanta no están imputadas por no haber habido pruebas que las inculpen, y ello debería bastar tanto a P.J. como a los demás. Pero la exégesis moral de una obviedad pronunciada por un juez, a saber: decir que no llama a declarar a la infanta porque ello no reportaría más que su estigmatización, se tansforman en una insinuación en las palabras de P.J.: la de que no la llaman a declarar por ser quien es. Y todo a pesar de que él, como juez,  dice que no hay pruebas que la inculpen.
Y esto lo la hace P.J. por ser quien es, naturalmente.

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